En este sacramento se fortalece y se completa la obra del Bautismo. Por este sacramento, el bautizado se fortalece con el don del Espíritu Santo. Se logra un arraigo más profundo a la filiación divina, se une más íntimamente con la Iglesia, fortaleciéndose para ser testigo de Jesucristo, de palabra y obra. Por él es capaz de defender su fe y de transmitirla. A partir de la Confirmación nos convertimos en cristianos maduros y podremos llevar una vida cristiana más perfecta, más activa. Es el sacramento de la madurez cristiana y que nos hace capaces de ser testigos de Cristo.
El Signo: La Materia y la Forma
En la materia del Bautismo, el agua, tiene el significado de limpieza, en este sacramento la materia significa fuerza y plenitud. El signo de la Confirmación es la “unción”. Desde la antigüedad se utilizaba el aceite para muchas cosa: para curar heridas, a los gladiadores de les ungía con el fin de fortalecerlos, también era símbolo de abundancia, de plenitud. Además la unción va unido al nombre de “cristiano”, que significa ungido.
La materia de este sacramento es el “santo crisma”, aceite de oliva mezclado con bálsamo, que es consagrado por el Obispo el día del Jueves Santo. La unción debe ser en la frente.
La forma de este sacramento, palabras que acompañan a la unción y a la imposición individual de las manos “Recibe por esta señal de la cruz el don del Espíritu Santo” (Catec. no. 1300) . La cruz es el arma conque cuenta un cristiano para defender su fe.
jueves, 3 de marzo de 2011
SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA
La Eucaristía es el sacramento en el cual bajo las especies de pan y vino, Jesucristo se halla verdadera, real y substancialmente presente, con su cuerpo, su sangre, su alma y su divinidad.
Se le llama el “sacramento por excelencia”, porque en él se encuentra Cristo presente, quien es fuente de todas las gracias. Además, todos los demás sacramentos tienden o tienen como fin la Eucaristía, ayudando al alma para recibirlo mejor y en la mayoría de las veces, tienen lugar dentro de la Eucaristía.
A este sacramento se le denomina de muchas maneras dada su riqueza infinita. La palabra Eucaristía quiere decir acción de gracias, es uno de los nombres más antiguos y correcto porque en esta celebración damos gracias al Padre, por medio de su Hijo, Jesucristo, en el Espíritu y recuerda las bendiciones judías que hacen referencia a la creación, la redención y la santificación. (Cfr. Lc. 22, 19)
Es el Banquete del Señor porque es la Cena que Cristo celebró con sus apóstoles justo antes de comenzar la pasión. (Cfr. 1 Col 11, 20).
Fracción del pan porque este rito fue el que utilizó Jesús cuando bendecía y distribuía el pan, sobre todo en la Última Cena. Los discípulos de Emaús lo reconocieron – después de la resurrección – por este gesto y los primeros cristianos llamaron de esta manera a sus asambleas eucarísticas. (Cfr. Mt. 26, 25; Lc. 24, 13-35; Hech. 2, 42-46).
También, se le dice asamblea eucarística porque se celebra en la asamblea –reunión - de los fieles.
Santo sacrificio, porque se actualiza el sacrificio de Cristo. Es memorial de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Comunión, porque es la unión íntima con Cristo que nos hace partícipes de su Cuerpo y de su Sangre.
Se le llama el “sacramento por excelencia”, porque en él se encuentra Cristo presente, quien es fuente de todas las gracias. Además, todos los demás sacramentos tienden o tienen como fin la Eucaristía, ayudando al alma para recibirlo mejor y en la mayoría de las veces, tienen lugar dentro de la Eucaristía.
A este sacramento se le denomina de muchas maneras dada su riqueza infinita. La palabra Eucaristía quiere decir acción de gracias, es uno de los nombres más antiguos y correcto porque en esta celebración damos gracias al Padre, por medio de su Hijo, Jesucristo, en el Espíritu y recuerda las bendiciones judías que hacen referencia a la creación, la redención y la santificación. (Cfr. Lc. 22, 19)
SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
Éste sacramento recibe también el nombre de RECONCILIACIÓN O CONFESIÓN.
Nos devuelve la vida divina perdida por el pecado.
La confesión individual e íntegra de los pecados graves seguida de la absolución es el único medio ordinario para la reconciliación con Dios y con la Iglesia.
Los efectos espirituales de este acramento son:
La reconciliación con Dios por la que el penitente recupera la gracia;
La reconciliación con la Iglesia;
La remisión de la pena eterna contraída por los pecados mortales;
La remisión, al menos en parte, de las penas temporales, consecuencia del pecado;
La paz y la serenidad de la conciencia, y el consuelo espiritual
El acrecentamiento de las fuerzas espirituales para el combate cristiano.
Nos devuelve la vida divina perdida por el pecado.
La confesión individual e íntegra de los pecados graves seguida de la absolución es el único medio ordinario para la reconciliación con Dios y con la Iglesia.
Los efectos espirituales de este acramento son:
La reconciliación con Dios por la que el penitente recupera la gracia;
La reconciliación con la Iglesia;
La remisión de la pena eterna contraída por los pecados mortales;
La remisión, al menos en parte, de las penas temporales, consecuencia del pecado;
La paz y la serenidad de la conciencia, y el consuelo espiritual
El acrecentamiento de las fuerzas espirituales para el combate cristiano.
SACRAMENTO DEL BAUTISMO
BAUTISMO
Nos da el nacimiento a la vida divina:
nos hace herederos del cielo.
El fruto del Bautismo, o gracia bautismal, es una realidad rica que comprende:
El perdón del pecado original y de todos los pecados personales.
El nacimiento a la vida nueva, por la cual el hombre es hecho hijo adoptivo del Padre, miembro de Cristo, templo del Espíritu Santo.
La incorporación a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, y la participación del sacerdocio de Cristo.
Nos da el nacimiento a la vida divina:
nos hace herederos del cielo.
El fruto del Bautismo, o gracia bautismal, es una realidad rica que comprende:
El perdón del pecado original y de todos los pecados personales.
El nacimiento a la vida nueva, por la cual el hombre es hecho hijo adoptivo del Padre, miembro de Cristo, templo del Espíritu Santo.
La incorporación a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, y la participación del sacerdocio de Cristo.
SACRAMENTOS DE INICIACIÓN CRISTIANA
Los sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituídos por Cristo y confiados a la Iglesia, por los cuales nos es dispensada la vida divina. Dan fruto en quienes los reciben con las disposiciones requeridas. Los ritos visibles bajo los cuales los sacramentos son celebrados significan y realizan las gracias propias de cada sacramento.
Ellos son: El Bautismo, La Reconciliación, La Eucaristía y la Confirmación.
Veamos cada uno de ellos:
Ellos son: El Bautismo, La Reconciliación, La Eucaristía y la Confirmación.
Veamos cada uno de ellos:
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